Ensayos no destructivos

Los ensayos destructivos se realizan con la finalidad de conocer las propiedades de los materiales. Ahora bien, si fabricamos un producto de un cierto material, ¿podemos asegurar que ese producto cumple los requisitos para los que se ha diseñado? ¿está libre de defectos o éstos son mínimos para que no interfieran en el correcto funcionamiento del producto?

Los ensayos que se realizan a estos productos son ensayos de control de defectos y son ensayos no destructivos.

Los métodos más utilizados son los siguientes:

  • Ensayos macroscópicos: utilizando líquidos penetrantes y reveladores para localizar grietas y poros superficiales.
  • Ensayos ópticos: mediante microscopio metalográfico para estudiar el tamaño y la forma de los granos, así como grietas microscópicas y corrosión intergranular.
  • Ensayos magnéticos: para detectar defectos de continuidad en el campo magnético, magnetizando la pieza y utilizando polvo de limaduras de hierro y evaluando las indicaciones producidas por la agrupación de las partículas en ciertos puntos (defectos).
  • Ensayos eléctricos: Basados en la variación de la resistencia eléctrica como consecuencia de una disminución de sección debido a grietas o por la presencia de impurezas. Se suele utilizar para la detección de grietas en los cables de alta tensión o en las vías del ferrocarril.
  • Ensayos con ultrasonidos: Como la tecnología del sonar de los submarinos. Detectan defectos de continuidad en los materiales e incluso la profundidad a la que se encuentran.
  • Ensayos con rayos x y ɣ: Utilizando radiografías y gammagrafías de piezas para detectar defectos (rayos x para pequeños espesores y rayos ɣ para mayores espesores).

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